jueves, 26 de abril de 2007

Ya lo sabes, no me gustan las despedidas, ni siquiera por un rato.
Y a vos tampoco, yo lo se.
Pero a veces se hace necesario.
Porque es mejor saber que uno se va y no quedarse suspendido en un tiempo que no le pertenece
o que el otro se va y no dejarlo suspendido en el tiempo que le pertenece a uno.
Y entonces, se impone la lógica división de bienes, que en todo caso, siempre es mejor que dividir los males.
Por eso, en la descuartizada repartija, te devuelvo lo que no me corresponde.
Para empezar podes quedarte con toda la ternura de la que fui capaz, porque si fui capaz, te lo debo, seamos justos.
De los besos, también todos, porque en definitiva si me quedara alguno, no podría usarlo de ninguna manera.
De los abrazos, llevate la mitad, tal vez la otra mitad la necesite en las noches del invierno que viene y se anuncia mas frío que otros años, aunque dudo que supere al frío de esa noche de mayo feliz que compartimos.
De todas las magnolias que hay en Buenos Aires, solo la cuarta parte.
De puro generosa, sabiendo que en tus pagos no hay, te dono un casal de zorzales, para que reproduzcan su canto.... hace tanto bien escucharlos cantar en pleno octubre, tempranito a la mañana o cuando el sol empieza a declinar...
La lluvia si querés la repartimos en partes iguales, total es bien seguro que yo salga en ojotas aunque este diluviando y que vos sigas sin arreglar el techo de tu casa, así que resulta mejor que sea parejo.
De todos los perros callejeros, me quedo con el que nos siguió ese sábado desde avenida San Martín hasta tu casa, la perra blanca que nos sedujo esa noche en Retiro, te la podes llevar, me encantaría quedármela, pero no seria justo.
De todo lo demás, los sueños que nunca realizamos, los lugares que no conocimos, las casas rodantes que quedaron vacías, las carpas que no armamos, los senderos que no pudimos recorrer y una bellisima tarde junto al río.... elegí lo que quieras y si es todo, es lo mismo.
Lo único que si voy a quedarme por entero es la magia cotidiana, junto con las hojas secas que caen al pie de las grevileas, esas con las que dije que me haría un disfraz, porque voy a tejerme un nuevo traje de maga trasnochada, que ya no va a ser verde, va a llevar ese gris sempiterno como homenaje a aquello que se quedo en el tiempo.
Ya está, cumplido el trámite, y ya dicho que ni a vos ni a mi nos gusta depedirnos, me queda por decirte que te cuides, como te digo siempre y no vale que digas, como vos decís siempre, que te cuide y que vos me cuidas, porque no sería verdad y en definitiva, no sería despedida

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Porque es mejor saber que uno se va y no quedarse suspendido en un tiempo que no le pertenece
o que el otro se va y no dejarlo suspendido en el tiempo que le pertenece a uno "

Es un tiempo y una inveresiòn de vida no compartida es muy cruel cuando se ama no construir la relaciòn de a dos .

Bellas letras , tal vez sea una carta llena de sabiduria interna.

Anamundi dijo...

Muy hermoso. Hay frases llenas de lucidez aquí.

Tomo algunas prestadas, agradeciendo que se te ocurrieron a ti. Por ejemplo, lo que dices de la ternura... es tal cual para mí también. ¡Cómo no dejarle lo que era tan suyo! ¡Tan hecho a su nombre!

Un abrazo,

Cecis ... funámbula dijo...

Paz: Si la construccion queda por la mitad, lo aconsejable es derribar lo que se ha hecho y volver a empezar despues de haber limpiado el terreno....no es facil, pero solo es cuestion de secarse los ojos y empezar...

Ana: Para mi es un orgullo que las tomes prestadas, sin duda...
Te abrazo desde el alma.

*AntagoniSta* dijo...

Suena fácil... y esa facilidad me desgarra.

(Odio las despedidas)