Rayo

Espero no estar cuando vuelvas, voy a recoger todas mis palabras, cada deseo, los sueños que acuné en las noches en las que te imaginé mansamente tendido al lado mío y todos los que nacieron cuando estabas ahí y pude acariciarte suavemente la cabeza, o besarte la espalda para que despertaras sin sobresalto alguno, rodeado de blandura.
Espero haberme ido cuando busques otra vez la ternura que siempre te esperaba.
Que queriendo tocar mi mano disponible, encuentres el vacío en la la palma de la tuya.
Que cuando sepas que era esto, que era cierto, que valía la pena tanto empeño, solo encuentres un abismo interminable.
Que donde antes estaba mi mirada esperanzada, solo veas vacío.
Que donde había torrentera de dulzura, encuentres la acritud de mi silencio.
Que no me encuentres a mi, sino a una figura barnizada de desidia.
Que quieras volver y no encuentres el camino, que no queden señales del amor que te guíen a mi vida, ni antorcha que ilumine tu sendero de oscuridad absoluta.
Que estén bloqueados todos los accesos a la corriente de mi sangre.
Que grites de dolor.
Que el rayo cáustico de mi abandono atraviese tu centro y que vuelvas a gritar.
Como yo grito al dejar este lugar.