Hoy...no era yo...

Hoy me desperté sin ganas....cansada, sin ningún plan ni emoción.
Me vestí despacio, utilizando el mínimo de energía, con movimientos calmos.
Me miré en el espejo y no reconocí la imagen ...me dio pena...me dio nada...

Mire mis manos y tampoco las vi mías, será que ayer me corté las uñas y hoy no me acordaba.

Me peiné lentamente y me di cuenta que no era mi pelo el que peinaba...y cuando quise hablar, tampoco era mi voz, quise gritar, entonces, para ver si era solo la clásica ronquera matinal y el grito quedo ahogado, suspendido en el aire húmedo.

Salí a la calle y caminé con dos piernas que nunca había usado, esperando encontrarme en la otra cuadra, pero no....

Di vuelta la esquina con la esperanza de verme de repente en la vidriera del negocio que vende antigüedades...pero no estaba ahí...

Tomé el tren, y ese cuerpo prestado se bajó en la primera estación, como suelo hacer yo todos los días, pero mi espíritu siguió camino, buscando su libertad perdida, creo yo...apoyado suavemente en una ventanilla...nadie lo vio....algunos apenas percibieron algunas gotas en el vidrio y pensaron que era lluvia...yo, reconociendo por primera vez algo mío esta mañana, me di cuenta que lloraba....