Nunca habíamos caminado con lluvia...habíamos caminado con sol, hablado con frío, dormido con luna, habíamos casi llorado temblando por la falta de abrigo en una plaza al atardecer, cuando en realidad lo que nos hacia temblar eran las palabras que decíamos y escuchábamos....pero nunca habíamos caminado con lluvia.
Fueron horas debajo de una lluvia inconstante y caprichosa, buscando detrás de las nubes el eclipse de luna que no pudimos ver.
Lluvias de horas de ambages...
Horas de lluvia de una ataraxia casi inexplicable.
Horas y horas de lluvia que caía y limpiaba de a poco la incomodidad y el espanto.
Lluvias y lluvias de adentro hacia afuera en un San Telmo que se me hacia nuevo desde tus ojos.
Horas de lluvia que fueron casi complices de un silencio raro, lleno de palabras sueltas que callaban palabras atadas.
Lluvia cayendo sobre rosas que inesperadamente vinieron a decirme lo que estaba esperando.
Calles y calles de lluvia y lluvias que iban comentando a nuestro paso la novedad de vernos otra vez, tan iguales, tan distintos... tan distantes y tan cercanos.
Escalones resbaladizos haciendo el intento de llevar tu mano a la mía, la mía a la tuya.
Fue una confabulación la lluvia, para dejarnos mas desnudos que antes, para arrastrar el color con que nos habíamos pintado y dejar que nuestro pelo fuera como es...
Fue una confabulación la no lluvia a las tres de la mañana, para que pudiéramos salir nuevamente a la calle a escandalizar a la gente que esperaba mansamente el colectivo que parecía no llegar nunca...y no vimos cuando llegó y de pronto Avenida de Mayo estaba desierta y luminosa...luminosa de vos y de mi...y de las tres y cuarto de la mañana.
Y otra vez Belgrano, los sitios conocidos para sentirnos seguros, otra vez esas calles que encubrieron la historia, en las que seguramente volvimos a ser vos y yo...una vez mas, sin promesas y con el sabor de aquello que se sabe de memoria, con la urgencia de los abrazos no dados, de los bocas que no querían hablar, de las manos que buscan el lugar del deseo que había estado contenido....
Y otra vez vos y yo, mas desnudos de alma que de cuerpo tratando de detener el tiempo en la caricia, de retoñar la mirada en el otro, de no dejar milímetro por recorrer...
Otra vez vos y yo en la danza acompasada y cadenciosa...otra vez vos y yo , perdiéndonos y encontrándonos en la respiración sincrónica, agitada y por momentos suspendida...otra vez yo, perdiéndome en vos...otra vez vos encontrándome en mi...
Y otra vez la larga noche que nos queda corta, y la mañana que nos encuentra con poco sueño y mucha ternura, descubriéndonos el sol, oculto entre las espesas nubes que anuncian otra lluvia, abandonados a un abrazo desde atrás, esos que nos gustan tanto, de beso en la espalda y maraña de pelo, de calor mas allá de las piernas entrelazadas y los brazos que parecen medir infinidades, tratando de apretar mas y mas como para que quede la estampa de uno en el otro...
Vos y yo haciendo el intento de domesticarnos una vez mas, entre el miedo y la enorme tentación de dejarnos caer.... de sucumbir a los sentidos por sobre la razón...
Y el agua nuevamente, conteniéndonos, meciéndonos, arrugando las puntas de los dedos que no pueden dejar de recorrer la piel del otro, suavizando las palmas de las manos que suben y bajan buscando los lugares a los que nadie tiene acceso sino uno mismo.
Y la lluvia una vez mas, de domingo que quiere ver el sol, de mediodía tardío, de siesta compartida...de siesta a la que el placer le robó un rato.
Y la calle del atardecer, con olor a despedida, con color de duda, con el sonido de lo que no se dijo, porque no se pudo decir...y a esa altura ya no estar seguros de que hiciera falta decir mas.
Un intento, un recuerdo, el llanto contenido y el que no puede mas que salir...mi mano de dolor quiere borrar tu cara, mi mano, sin embargo quiere traerte otra vez a la vida que quedo suspendida, tu voz que pide el abrazo que nadie va a mirar, porque como te dije, todas las terminales de micros, estaciones de trenes y aeropuertos son la excusa perfecta para que los amantes se abracen y se besen, una, dos, diez mil veces, que nadie va a asombrarse, todos dan por sentado que se trata de un reencuentro o de una despedida...pero no fue reencuentro en el abrazo, ni fue de despedida, fue el abrazo del alma que nos estábamos debiendo, el abrazo desnudo, el de la necesidad, el que devuelve el aire....
Mi confirmación de que a pesar de todo, como sea, contra todo pronóstico, desafiando las certezas, sabiendo que se acunan las dudas y el dolor en el centro de las entrañas, aun a costa de todo...ese es el lugar que quiero, el de tu abrazo y tu olor, el de tu llanto para que yo lo seque, el del mio para que vos lo entiendas....
Y así te deje una vez mas, sin despedidas, quedándonos con eso de ese día, con la casi esperanza de la luz que empieza a asomar....
Y así te espero, con las ganas nuevas y la memoria del olvido....
Siempre deseando que vuelva a llover, porque la lluvia limpia, barre, se lleva el dolor y trae siempre el olor de la tierra mojada que tanto se parece a vos...será porque me enamora el olor a tierra mojada....o por eso será...
Fueron horas debajo de una lluvia inconstante y caprichosa, buscando detrás de las nubes el eclipse de luna que no pudimos ver.
Lluvias de horas de ambages...
Horas de lluvia de una ataraxia casi inexplicable.
Horas y horas de lluvia que caía y limpiaba de a poco la incomodidad y el espanto.
Lluvias y lluvias de adentro hacia afuera en un San Telmo que se me hacia nuevo desde tus ojos.
Horas de lluvia que fueron casi complices de un silencio raro, lleno de palabras sueltas que callaban palabras atadas.
Lluvia cayendo sobre rosas que inesperadamente vinieron a decirme lo que estaba esperando.
Calles y calles de lluvia y lluvias que iban comentando a nuestro paso la novedad de vernos otra vez, tan iguales, tan distintos... tan distantes y tan cercanos.
Escalones resbaladizos haciendo el intento de llevar tu mano a la mía, la mía a la tuya.
Fue una confabulación la lluvia, para dejarnos mas desnudos que antes, para arrastrar el color con que nos habíamos pintado y dejar que nuestro pelo fuera como es...
Fue una confabulación la no lluvia a las tres de la mañana, para que pudiéramos salir nuevamente a la calle a escandalizar a la gente que esperaba mansamente el colectivo que parecía no llegar nunca...y no vimos cuando llegó y de pronto Avenida de Mayo estaba desierta y luminosa...luminosa de vos y de mi...y de las tres y cuarto de la mañana.
Y otra vez Belgrano, los sitios conocidos para sentirnos seguros, otra vez esas calles que encubrieron la historia, en las que seguramente volvimos a ser vos y yo...una vez mas, sin promesas y con el sabor de aquello que se sabe de memoria, con la urgencia de los abrazos no dados, de los bocas que no querían hablar, de las manos que buscan el lugar del deseo que había estado contenido....
Y otra vez vos y yo, mas desnudos de alma que de cuerpo tratando de detener el tiempo en la caricia, de retoñar la mirada en el otro, de no dejar milímetro por recorrer...
Otra vez vos y yo en la danza acompasada y cadenciosa...otra vez vos y yo , perdiéndonos y encontrándonos en la respiración sincrónica, agitada y por momentos suspendida...otra vez yo, perdiéndome en vos...otra vez vos encontrándome en mi...
Y otra vez la larga noche que nos queda corta, y la mañana que nos encuentra con poco sueño y mucha ternura, descubriéndonos el sol, oculto entre las espesas nubes que anuncian otra lluvia, abandonados a un abrazo desde atrás, esos que nos gustan tanto, de beso en la espalda y maraña de pelo, de calor mas allá de las piernas entrelazadas y los brazos que parecen medir infinidades, tratando de apretar mas y mas como para que quede la estampa de uno en el otro...
Vos y yo haciendo el intento de domesticarnos una vez mas, entre el miedo y la enorme tentación de dejarnos caer.... de sucumbir a los sentidos por sobre la razón...
Y el agua nuevamente, conteniéndonos, meciéndonos, arrugando las puntas de los dedos que no pueden dejar de recorrer la piel del otro, suavizando las palmas de las manos que suben y bajan buscando los lugares a los que nadie tiene acceso sino uno mismo.
Y la lluvia una vez mas, de domingo que quiere ver el sol, de mediodía tardío, de siesta compartida...de siesta a la que el placer le robó un rato.
Y la calle del atardecer, con olor a despedida, con color de duda, con el sonido de lo que no se dijo, porque no se pudo decir...y a esa altura ya no estar seguros de que hiciera falta decir mas.
Un intento, un recuerdo, el llanto contenido y el que no puede mas que salir...mi mano de dolor quiere borrar tu cara, mi mano, sin embargo quiere traerte otra vez a la vida que quedo suspendida, tu voz que pide el abrazo que nadie va a mirar, porque como te dije, todas las terminales de micros, estaciones de trenes y aeropuertos son la excusa perfecta para que los amantes se abracen y se besen, una, dos, diez mil veces, que nadie va a asombrarse, todos dan por sentado que se trata de un reencuentro o de una despedida...pero no fue reencuentro en el abrazo, ni fue de despedida, fue el abrazo del alma que nos estábamos debiendo, el abrazo desnudo, el de la necesidad, el que devuelve el aire....
Mi confirmación de que a pesar de todo, como sea, contra todo pronóstico, desafiando las certezas, sabiendo que se acunan las dudas y el dolor en el centro de las entrañas, aun a costa de todo...ese es el lugar que quiero, el de tu abrazo y tu olor, el de tu llanto para que yo lo seque, el del mio para que vos lo entiendas....
Y así te deje una vez mas, sin despedidas, quedándonos con eso de ese día, con la casi esperanza de la luz que empieza a asomar....
Y así te espero, con las ganas nuevas y la memoria del olvido....
Siempre deseando que vuelva a llover, porque la lluvia limpia, barre, se lleva el dolor y trae siempre el olor de la tierra mojada que tanto se parece a vos...será porque me enamora el olor a tierra mojada....o por eso será...
4 comentarios:
Primera ( y no última) visita!
Me gustó mucho lo que escribís, especialmente este texto, en el que nombrás lugares que me hacen evocar los laberintos de mi propia historia...
Saludos!
Gracias MaryPoppins!! Te espero cuando quieras como yom paseare por tu "casa" tambien a menudo.
Tu nombre a mi me trae fuerte mi infancia y lo que siempre llevo en el corazon, la magia.
Por momentos leí tu historia y por momentos la mía... tienen tanto en común.
Hermoso escrito, regala sonrisas, suspiros y humedad en los ojos.
Nos leemos, un abrazo.
"Vos y yo haciendo el intento de domesticarnos una vez mas, entre el miedo y la enorme tentación de dejarnos caer.... de sucumbir a los sentidos por sobre la razón..."
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