Me declaro culpable...
Podría decir que fue en legitima defensa, tratando de atenuar los cargos, o que fui presa de demencia temporal...o repentina...
Lo cierto es que empecé rompiendo los cristales, será porque era lo mas frágil y tangible y continué con todo lo que quedaba en la memoria.
Apilé papeles escritos y maderas que hace no mucho eran un objeto con el don de dar forma y como quien no quiere la cosa, con total serenidad, encendí un fósforo y lo acerque sin dudar; en una actitud casi robótica, fui agregando de a poco ramas secas, flores olvidadas, y todo aquello que necesitaba ver desaparecer... me senté a contemplar el bello espectáculo del fuego curador... cuidando que mis lágrimas no apagaran la hoguera...
4 comentarios:
PRECIOSO.
A veces es bueno quemar las cosas... Para que pueda volver a florecer algo nuevo :)
Un abrazo.
Claro... y después el calentamiento global :p
Te acordás de cuando quemaste una carta esa vez en Alta Gracia?
Te sentiste igual de bien ahora? Espero! :)
Charlamos por mess cuando puedas?
Besotes
A veces lo más difícil es encender ese fósforo. Una vez que todo arde, aunque llores, la paz de haber hecho lo debido te invade.
A veces, solo a veces, es necesario un corte, eliminar lo anterior, para así generar mayor espacio para lo posterior.
Salutes
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