viernes, 26 de noviembre de 2010

Irremediablemente...

Había jurado no dirigirte ni una sola de mis miradas en esta noche, aún sabiendo lo mucho que me costaría la veda decretada.
Finalmente, la lluvia me ahorró la faena; lo cual revela como  verdad irrebatible que algo o alguien se ocupa de cuidarme.
No obstante, en el trayecto silencioso hasta mi calle,  te busqué con fingida despreocupación, temerosa de hallarte detrás de las nubes, ansiosa por hallarte como una señal.
Como siempre, se presenta en mi vida, esta dicotómica encrucijada...
La noche hizo lo suyo y yo esperé la mañana...con la esperanza del brillo cegador del sol.
En la especulación, perdí  la memoria de este Noviembre rebozando  de tilos y un perfume que todo lo inunda.
Como ya dije, es una verdad irrebatible que alguien me cuida, pero hay otra verdad  irrefutable y es que  hay otro que pone mucho ahínco  en hacerlo difícil...

3 comentarios:

Uninvited dijo...

Otra irrefutablilidez que tenés es que acá estamos siempre, haciendo de red bajo tu funambulismo, con los brazos abiertos listos para cerrarlos a tu alrededor cuando quieras :)

Rocío Andréu dijo...

Me identifico totalmente... Lo que pasa es que yo irrefutablemente suelo hacer lo contrario a lo que tenía pensado hacer... ¿Cómo tener una luz tan cerca y evitar mirarla?

Ains...

p.d. Gracias a ti por dejarme entrar en tu hogar (=

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Como dices, es una verdad irrebatible que alguien te cuida, pero quizás deberías valorar si tu te cuidas a ti misma. A veces nos empeñamos en exponernos al viento, sin abrigo donde guarecerse.