Me preguntaba esta mañana cuanto tiempo hacía que no me sentaba a escribir...
Yo, amablemente me respondí que hacía mucho...
Como es obvio, ante esa respuesta, me planteé seriamente el hecho de cerrar esta puerta para siempre, dado que se ha convertido en un lugar no frecuentado ni siquiera por mi misma.
Tras una breve pausa, que pareció menos breve teñida por el incómodo silencio, me dije que no era justo, ni posible, que donde iba a poner yo entonces las palabras.
Con la ventaja del que pega primero, me dije con casi agresiva rapidez que lo mismo daba, que ya no había palabras nuevas ni nada que decir. Que todo lo necesario estaba dicho y agotadas las instancias de expresión...que ya era suficiente, un circulo cerrado, una gestión perimida, un espacio plagado de recuerdos vacíos...de dolores viejos, de sueños pletóricos de polvo...
Ante esa abrumadora catarata de definiciones, empecé a ensayar mentalmente lo que sería mi último escrito, exponiendo las razones de tal decisión, buscando con dulzura cada frase y dejando en el aire la posibilidad de una mudanza, a otros cielos, migrando con mi vuelo allí donde la esperanza reciba con ternura mis palabras.
Me dije bruscamente que no era necesario, que un solo portazo bastaría, o mejor, el silencioso abandono a una muerte lenta pero segura, producto del olvido, cruel pero eficazmente implacable .
Solo por un instante me sedujo la idea, pero seguí ensayando la esperanza...
Me convencí por fin de que no tengo cura...y me alejé dejandome perdida en mis sueños.
No puedo despedirme, ni quiero...es que todavía tengo cosas por decir y por ahora, yo sigo siendo mas fuerte que algunos otros yoes...
9 comentarios:
Detrás de algunas palabras escritas, hay momentos, instantes, la valentía de contar lo de uno, hay una vida, detrás de cada vida la persona a quien le pertenece, capaz de llorar, reír, crear, capaz de dar forma a todo esto, y detrás de todo esto, los que necesitamos de todo esto para vivir.
No cierres nunca la puerta a tus palabras, nunca sabrás quien puede necesitarlas.
Gracias por seguir escribiendo
me encantó la entrada... yo a veces tb me pierdo peleando conmigo mismo...el problema es que no se quien gana...
un saludo, y a seguir adelante.
Esperemos que nunca llegue ese silencioso abandono... Y aunque no sea frecuente, de vez en cuando, cuando puedas o quieras, nos sigas regalando entradas como esta.
Siempre es un placer leerte.
Un abrazo.
Es bueno volver a leerte, hacia mucho tiempo que no pasaba por aca y hoy se me dio por curiosear. Que loco, no? No, la verdad la verdad, no. You know
Yo me alegro que sigas y así pueda seguir leyéndote...gracias y tambien por tu visita a mi orilla...Abrazo grande
Antonio: Es tan cierto lo que decis, y además, podran quitarme muchas cosas en mi vida, pero dificilmente alguien me haga callar...que se va a hacer...
Kike: Gracias y me alegro que te haya gustado esta entrada y la otra en la que dejaste comentario, cuando lei tu post...recorde aquella y esa sensacion, por eso quise compartirla, tiene ya mucho tiempo, pero , muy a mi pesar, no ha perdido vigencia...Con respecto a las peleas con uno mismo, ya forman parte de mi vida cotidiana, si supieras cuanto empeño pongo en convencerme de ciertas cosas...y cuanto lucho para no dejarme convencer...
Rocio: que decir...el regalo son los ojos de quienes leen estas pobres y repetidas letras...Un abrazo!
Anonimo: Seguramente no, ya lo se...pero nada puedo hacer contra eso, es evidente, como lo es aquello contra lo que tampoco puedo hacer nada...You know...
Mar y sol: y yo me alegro de cruzar a tu orilla y encontrar la dulzura en tu casa...Un abrazo!!!
Pues no sabes la alegría que me ha dado volverte a leer, porque a veces se te echó de menos por aquí. No cierres la puerta, a veces necesitarás abrirla de un portazo rápido para escapar, así que dejalá si acaso entreabierta.
Soltando: Asi será...gracias!
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