Llovizna, niebla...o neblina, nunca supe bien cual era la diferencia...nada importó...nada impidió que tanta gente se reuniera allí...
No soy lo que puede decirse estrictamente patriota...pero algunos nombres, la compañía de aquellos que me quieren y el empeño que pusieron para que no me quedara el domingo en casa, hicieron que me despidiera por un rato del telar en el que paso horas sumergida buscando olvidar lo que indefectiblemente cada parte de ese mágico elemento me recuerda mas...y me encontrara a las siete de la tarde en el subte con destino al centro...
Hace tiempo, mucho tiempo que evito las multitudes...no por nada en particular, simplemente porque ya tuve de ellas...música mediante o algún que otro acontecimiento que moviera mis fibras mas íntimas...
Sin embargo estaba ahí...y por un momento, volví a sentirme viva, es raro de explicar, quizás con ganas....con fuerza, la misma de los maravillosos golpes de tambor que sacudieron mi sangre... o la música en si misma...esa que siempre obra magicamente en mi...
Después las voces, renovando las canciones que tantas veces sonaron mecánicamente...Y Baglietto pidiendo que cantáramos tan fuerte como para que llegara el sonido hasta ese lugar que no quiero recordar....
Fueron muchos...hubiera evitado uno...pero bueno, el gusto popular evidentemente no es lo mio...y afortunadamente, tampoco lo de muchos otros...como los de tantos con los que nos buscábamos los ojos sin conocernos...como queriendo encontrar un cómplice que nos ayudara a pasar ese rato "fuera de la música"...
Bueno, como sea...sin color político...en definitiva, fue una fiesta...y mi alma lo celebró...era hora...
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