Todo el aire se llena otra vez de silencios que no quiero escuchar
No advierto el movimiento de este mundo y me dejo mecer por el viento que trae olor a muerte.
Ya no quiero luchar ni mirar hacia atrás, ya no quiero mirar en realidad...ya no quiero
solo dejar que el tiempo se lleve con su paso cada rastro de todo lo que fui, de lo que quise ser
Hoy caducaron todos los permisos y quedaron prohibidas todas las esperanzas.
Esta ciudad que es mía y ya no tanto me grita en cada esquina lo que no quiero oír
Porque en cada rincón de cada calle, encuentro una huella dolorosa, la que ayer fue sonrisa.
Y el nombre de ese cielo que no es mio y un poco, se me clava en el alma.
Y entonces me levanto con la firmeza en alto, con la fiereza de quien sabe que el salir esta vez es matar o morir...no hay opción, no encuentro otra salida posible a esta guerra imposible
Y yo salgo a matar o morir , a matar tu figura en cada esquina que no llegaste a ver. Y yo salgo a matar las palabras que no sabes decir. Y yo salgo a matar con mis manos crispadas lo que fuera ternura.
Y yo salgo a matar tu mirada teñida de dolor, oscura de silencio, y me encuentro con la triste dulzura que ya no quiero ver.
Y ciega, muda, loca, acuchillo tu sombra, me ensaño, me descargo, clavo hondo el puñal...
Me voy, vuelvo los ojos, para ver el despojo de tu imagen, para llevarme puesta tu muerte de mi vida y solo alcanzo a verme, tendida en el asfalto...con tu nombre en la mano temblando en la caricia.